Debido a las dificultades que durante gran parte de la Historia han tenido las mujeres para acceder a una formación intelectual equivalente a la de los hombres, sus aportaciones al desarrollo matemático han sido significativamente (apabullantemente) menores. Sin embargo, sí han existido figuras femeninas que por azar o por empeño lograron superar esas barreras y estudiar, investigar, publicar y, en definitiva, aportar su grano de arena al progreso común en forma de avances matemáticos
Emmy Noether, matemática alemana de ascendencia judía del S.XIX-XX.
El padre de Emmy fue Max Noether, un distinguido matemático y profesor en Erlangen. Su madre fue Ida Kanf Mann. Emmy fue la mayor de cuatro hermanos. Estudió alemán, inglés, francés, aritmética y empezó clases de piano y demostró interés por la danza . En 1900 obtuvo el certificado de profesora de inglés y de francés en la escuela de chicas en Baviera. Decidió un modo de vida distinto al de las demás mujeres de su época, estudiar matemáticas en la universidad, un camino lleno de dificultades para una mujer.
En estos años, en Alemania, las mujeres no podían matricularse en las universidades de manera oficial y tenía que solicitar permiso a cada profesor para asistir a su asignatura. Noether obtuvo el permiso en la Universidad de Erlangen ( 1900-1902). Después fue a la Universidad de Gotinga. Entre 1903-1904 asistió a clases de matemáticos tan importantes como Blumethal, Hilbert, Klein y Minkowski.
En 1904, Noether obtuvo permiso para matricularse en Erlanger y en 1907 obtuvo el doctorado bajo la dirección Paul Gordan. Después de sus brillantes estudios lo natural hubiera sido que obtuviese una plaza como profesora e investigadora en la universidad pero no pudo ser ¡por ser mujer!. Estuvo un tiempo trabajando con su padre.
La reputación de Noether creció cuando aparecieron sus publicaciones. En 1908 fue elegida miembro del círculo Matemático de Palermo. En 1909 llegó a ser miembro de Dents the Mathematiker Vereiningung. Hilbert (padre de la teoría de relatividad junto a A.Einstein) y Klein pidieron a Emmy que regresara a Gotinga y mantuvieron una dura pugna con las autoridades académicas para que le concedieran una plaza. Entre tanto ella dio cursos bajo el nombre de Hilbert hasta que en 1919 consiguió una plaza.
Los trabajos de Noether continuaron y tuvieron importante influencia en el desarrollo del álgebra moderna y la teoría de la relatividad, aunque la mayoría de sus ideas fueron publicadas por alumnos suyos y no por ella misma.
María G. Agnesi, "La Bruja"
nació en Milán en 1718, y murió también en Milán en 1799, fue una distinguida lingüista , matemática y filósofa; remplazó a su padre en la cátedra de matemáticas de la Universidad de Bologna cuando éste estuvo enfermo, y fue la primera mujer en ocupar una cátedra de matemáticas. En 1748, se publicó su libro "Instituzioni Analithe" sobre cálculo diferencial, que fue muy popular; se tradujo a muchos idiomas y se usó en Europa durante muchos años.
Fue conocida también como La Bruja de Agnesi por confundir en su libro la palabra versoria (nombre latino de la curva de una función), por versiera otra palabra que significa abuela del diablo o bruja, de ahí viene el nombre adoptado también por la curva.
Sophie Germain
Nació en 1776 en París y murió también en París en 1831. Empezó a introducirse en las matemáticas a los 13 años en la biblioteca de su padre, tras leer cómo murió Arquímedes a manos de un soldado al no responderle cuando estaba ensimismado con un problema, esto la decidió a conocer las matemáticas cuando pensó ¿qué cosa tan maravillosa podía abstraer a una persona hasta dejarse matar?.
Al ser mujer tuvo muchas dificultades, la primera en su propia familia. A los 18 años quiso entrar en "L'Ecole Polytechnique", pero no admitían a mujeres. A través de unos amigos que le pasaban los apuntes de las clases, al final del semestre Shopie presentó una memoria con un nombre masculino, "M. LeBlanc". El profesor Lagrange, uno de los más importantes matemáticos de la época quedó impresionado por la calidad del trabajo de "Monsieur LeBlanc" (Monsieur es "señor" en francés) y quiso conocerlo personalmente. Cuando vio que se trataba de una joven quedó muy sorprendido pero reaccionó bien y pese a ser mujer, la introdujo en su círculo de investigadores. En 1801 presentó unos resultados interesantes sobre la teoría de números firmando con su sobrenombre, a partir de entonces estableció con Gauss, el gran matemático alemán, una correspondencia frecuente.
Más tarde Sophie hizo descubrimientos importantes en teoría de números, de física , matemática, acústica y elasticidad. Iba a recibir el título de Doctor Honoris Causa en Gotinga pero murió un mes antes de la fecha.
Sofia Kovalevskaya
Nacida en Moscú en 1850 y gran defensora de los derechos de las mujeres (particularmente, del derecho a la educación), las habilidades matemáticas de Sofia se manifestaron desde su infancia. Esto conllevó que, a pesar de la reticencia inicial de su padre, se formara en matemáticas, llegando a ser la primera mujer que obtuvo una plaza de profesora universitaria en Europa (en Suecia concretamente). A pesar de esto, es importante destacar que tuvo muchísimas dificultades para desarrollar su vida académica por su condición de mujer.
En lo que se refiere a sus aportaciones matemáticas, las más importantes están relacionadas con las ecuaciones diferenciales. También desarrolló trabajos relacionados con los anillos de Saturno y sobre propagación de la luz. Consiguió el prestigioso Premio Bordin, de la Academia de Ciencias de París, con el trabajo Sobre el problema de la rotación de un cuerpo alrededor de un punto fijo.
Mary Cartwright
El año 1900 ve nacer a la matemática inglesa Mary Cartwright. Interesada durante toda su vida por la historia, decidió estudiar matemáticas, siendo una de las cinco mujeres de su facultad en aquella época. Se doctoró nada menos que con G. H. Hardy como director, y tuvo una fructífera colaboración con J. E. Littlewood, junto al que realizó aportaciones en el campo de las ecuaciones diferenciales esenciales en el desarrollo de la radio y el radar.
El conocido como teorema de Cartwright, sobre máximos de funciones, resultó fundamental para el estudio de funciones relacionadas con fractales. Fue la primera mujer en conseguir la medalla Sylvester, la primera en ser miembro de la Royal Society y también la primera mujer que fue presidenta de la London Mathematical Society.
Katherine Johnson (y demás “Figuras Ocultas”)
La aeronáutica le debe mucho a esta matemática afroamericana nacida en 1918. Contratada por la NASA, su tremenda exactitud en los cálculos le permitió calcular la trayectoria del viaje del Apolo 11 a la Luna en 1969.
Katherine, que ingresó en la universidad con 15 años y se graduó summa cum laude con 18 (casi nada), ha recibido durante su vida multitud de premios y honores, y su trabajo en la NASA fue fundamental para los logros alcanzados en la carrera espacial en aquella época. En los últimos tiempos, tanto ella como otras matemáticas afroamericanas que trabajaron para la NASA se han dado a conocer más entre el gran público gracias a la película Figuras Ocultas.
María Wonenburger
María, gallega de nacimiento, es una de las grandes matemáticas españolas de la historia. Nacida en 1927, obtiene su Licenciatura en Matemáticas en la Universidad Central de Madrid (actual Complutense) en 1950. En 1953 recibe una beca Fullbright (era la primera generación de las mismas) que le permite hacer un doctorado en Yale.
Su carrera matemática se desarrolla principalmente en Estados Unidos y Canadá, y sus aportaciones se centran en teoría de grupos y en álgebras de Lie. Podéis leer algo más sobre María, fallecida en 2014, en María Wonenburger, una excelente matemática que ilumina nuevos tiempos.
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