A través de los
siglos, la cultura, en sus diversas formas, se ha encargado de crear
una imagen del habla de la mujer que en muchos aspectos pervive en
nuestros días. En obras literarias, refranes, chistes y canciones se
han forjado estereotipos sobre el habla femenina que, como tales,
reflejan la realidad previamente tamizada e interpretada por las
ideas y prejuicios de cada autor. Una novela o un refrán nos ofrecen
ciertos aspectos de la vida de una época, al tiempo que ponen de
manifiesto las creencias y el sistema de valores de aquel momento y
coadyuvan a crear la imagen que socialmente se considera adecuada
para cada sexo; es decir, reflejan y configuran simultáneamente la
realidad. Esta representación social, que se nos va transmitiendo
desde la infancia, es la que el individuo se ve obligado a satisfacer
comportándose de acuerdo a su sexo tal y como la sociedad espera que
lo haga.
Pero la historia de
la cultura está protagonizada mayoritariamente por varones cuyos
juicios y opiniones han tenido la pretensión no solo de ser
objetivos y razonados, sino universales; su interpretación de la
realidad se ha confundido con la interpretación de la realidad y en
los peores casos con la realidad misma.
Al atribuir un
rasgo, generalmente negativo, a todo el grupo de las mujeres, no solo
se simplifica falazmente la diversidad de posibilidades que ofrece la
vida, sino que además se contribuye a urdir la trama del
estereotipo, sesgado y maniqueo, que niega la posibilidad de llegar a
un conocimiento real del otro sexo. Cuando un estereotipo es muy
fuerte, como el de la mujer charlatana, se antepone incluso al
diálogo, a la observación de la realidad, y nos hace ver solo
aquello que corrobora esa representación, impidiéndonos percibir lo
que la contradice. Por otro lado, la expectativa creada en torno a
cómo debe ser el comportamiento de uno y otro sexo lleva a que una
misma actitud se valore de forma distinta en los hombres y en las
mujeres. (Irene Lozano Domingo, Lenguaje femenino, lenguaje
masculino, 1995)
1. Haga un comentario de texto del fragmento que se propone contestando a las preguntas
siguientes:
a) enuncie el tema del texto (0,5 puntos); la idea de que la televisión y las nuevas tecnologías han cambiado nuestra concepcion cultural de la literatura y de la comida
la diferencia entre hombres y mujeres en el modo de comunicarse y en su consideración en el mundo de la cultura
b) detalle sus características lingüísticas y estilísticas más sobresalientes (1,25 puntos);
c) indique qué tipo de texto es (0,25 puntos).
2. Redacte un resumen del contenido del texto. (1 punto)
La autora argumenta acerca de las dificultades de las mujeres, no sólo ahora, sino a lo largo de la historia, de acceder a la cultura, de hacerse oír y de que sus opiniones se consideren válidas. La mujer se cría siguiendo un convencionalismo social y se va marcando la imagen de lo que se quiere que sea en el futuro, por estos motivos mujeres y hombres son tratados de diferente manera en situaciones similares porque cada uno tiene un rol previo que es el aceptado.
3. Elabore un texto argumentativo a favor o en contra de que la forma de expresión de las
adolescentes sea diferente a la de los chicos de su misma edad. (1,5 puntos)
4.a. Analice sintácticamente:
La cultura se ha encargado de crear una imagen del habla de la mujer que pervive en nuestros días. (1,5 puntos)
4.b. Indique a qué categoría gramatical o clase de palabras pertenece representación, analice su
estructura morfológica y señale a qué proceso de formación de palabras responde. (1 punto)
4b. REPRESENTACIÓN: SUSTANTIVO, PALABRA DERIVADA
RE-MORF DEPENDIENTE DERIVATIVO, PREFIJO
PRESENT-LEXEMA
ACIÓN- MORF DEPENDIENTE DERIVATIVO, SUFIJO
5.a. El Novecentismo y las Vanguardias. (2 puntos)
5.b. Comente los aspectos más relevantes de la obra española posterior a 1975 que haya leído en
relación con su contexto histórico y literario. (1 punto)
Se ve como el puto culo
ResponderEliminarEs gratis...
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