Se habla de seis funciones del lenguaje, según la participación de cada uno de los elementos del lenguaje: emisor, receptor, canal, código, referente y mensaje.
Manifiesta el estado de ánimo del emisor; este (además de transmitir una información) expresa su actitud ante lo que dice. Suele recurrir a formas de expresión enfáticas y a un uso fuerte de la entonación (frases exclamativas e interjecciones).
Ejemplos
-¡Madre mía! ¡En que lío me he metido! No voy a poder solucionarlo.
-¡Ojalá apruebe el examen de matemáticas!
-¡Que pases un feliz cumpleaños!
2-Función apelativa o conativa (receptor)
El emisor pretende, al emitir su mensaje, que el receptor actúe de una manera determinada. El código lingüístico dispone de formas especiales para la función conativa: el imperativo, las frases exhortativas y el vocativo.
Es la función que predomina en el lenguaje publicitario, ya que este pretende siempre “obligar” al receptor a actuar.
Ejemplos
-Por favor, espere un momento.
-Ponte el abrigo.
-¡Manuel!
3-Función representativa (referente)
Suele aparecer en todo acto de comunicación (aunque sea otra función la que prevalezca) porque es consustancial al mensaje: si un mensaje no dice nada, no tiene sentido. En esta función se comunica información objetiva, lo que significa el referente (la realidad extralingüística).
Ejemplos
-La información que aparece en un manual de historia o de arte (que no trasluce la postura del autor ni incita el receptor a reaccionar).
-Unas instrucciones para usar una lavadora.
4-Función poética o estética (forma del mensaje)
Se centra en el propio lenguaje; nos preocupamos por la forma del lenguaje; no es importante lo que se dice sino la forma en que se dice.
Es la función que predomina en la literatura; un escritor va más allá de la mera información, porque pretende presentarla de forma bella, pretende que el emisor perciba belleza y creatividad en ese mensaje. Utiliza procedimientos formales para conseguir esto: figuras literarias, rima y medida de versos (si opta por la poesía), cambio de orden de palabras, adjetivos…
En menor medida que en la literatura, también interviene esta función cuando una persona se preocupa (por ejemplo al hablar en público) de elegir las palabras adecuadas, de la entonación, de las pausas… Lo que busca el orador es un mensaje o bien bello, o bien original, o bien provocador.
5-Función fática o de contacto (canal)
Algunos mensajes se centran en mantener, largar o interrumpir la comunicación para verificar que el canal funciona. Usamos esta función frecuentemente en nuestra vida diaria; realmente no tenemos nada que decir, pero queremos mostrar que seguimos en contacto.
A veces este mantenimiento de contacto da como resultado diálogos vacíos de significado, en los que solo usamos fórmulas rituales.
Ejemplos
-¿Me oyes?
-De acuerdo.
-Sí, si…
-Pues claro.
-A ver si nos vemos pronto.
6-Función metalingüística (código)
Se produce cuando el mensaje se refiere al código que estamos usando. Cuando aprendemos un idioma o pedimos que nos expliquen una regla gramatical estamos en la función metalingüística.
Ejemplos
-“Antónimo” significa que tiene un significado contrario.
-¿Cómo se dice en inglés “nariz”?
-Una palabra que acaba en –mente es un adverbio.
En resumen las 6 funciones del lenguaje
–Referencial. Cuando damos Información.
–Expresiva/emotiva. Cuando expresamos nuestros sentimientos.
-Apelativa/conativa. Cuando incitamos al receptor.
-Poética/estética. Cuando creamos belleza.
–Metalingüística. Cuando hablamos del propio lenguaje.
–Fática. Cuando comprobamos el estado del canal.
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