El Fin de Siglo es un momento histórico caracterizado por el cuestionamiento de los valores de la civilización burguesa, en particular, la confianza en la razón, la ciencia y el progreso.
Con el espíritu del Fin de Siglo se vinculan movimientos artísticos y literarios como el modernismo en las artes plásticas, el simbolismo, el decadentismo o, en la literatura hispánica, el modernismo literario y la Generación del 98, entendidos como dos caras de la misma realidad.
Las características de la Literatura de Fin de Siglo son las siguientes:
1. El sentimiento antiburgués, que se traduce en la aparición de dos nuevos tipos sociales: el bohemio y el dandi.
2. El esteticismo y el culto a la belleza como forma de protesta contra el prosaísmo y la vulgaridad del mundo contemporáneo.
3. El irracionalismo y el antipositivismo, que se relacionan con las corrientes filosóficas.
4. El hastío, consecuencia de la imposibilidad de encontrar el sentido de la vida.
5. El deseo de evasión de la realidad y las actitudes decadentistas, que nacen de la conciencia de vivir en una sociedad en descomposición.
En España, el Fin de Siglo está marcado por el desastre del 98 (la pérdida de las últimas colonias en América y Oceanía), la deslegitimación del sistema político de la Restauración (caracterizado por el turno de los partidos y el caciquismo), y la creciente conflictividad social, relacionada con el auge del anarquismo.
La Generación del 98 está formada por un grupo de escritores españoles nacidos entre 1860 y 1875, que publican sus primeras obras en el cambio de siglo: Ángel Ganivet (considerado como el precursor), Ramiro de Maeztu, Azorín, Pío Baroja, Miguel de Unamuno, Antonio Machado, Ramón María Del Valle-Inclán.
Algunos temas o rasgos compartidos por todos ellos son:
- La angustia existencial y el tema De Dios.
- El problema de España.
- El primitivismo.
- El subjetivismo.
- La voluntad de renovación formal.
La preocupación por la decadencia del País presenta dos enfoques.
1º Enfoque. La reflexión sobre la identidad de España. Para los autores del 98, es preciso recuperar los valores que constituyen la identidad española: la austeridad, la nobleza, la espiritualidad, la entereza de la adversidad que se encara en el paisaje castellano...
2ª Enfoque. La crítica social. Se incide en aspectos como el caciquismo, el poder de la iglesia, el subdesarrollo económico, la brutalidad de las fuerzas del orden, el militarismo o la necesidad de una reforma agraria.
El Modernismo es un movimiento literario que se desarrolla durante el período de Fin de Siglo en Hispanoamérica y en España.
En esta corriente se inscriben la poesía modernista hispanoamericana con Rubén Darío a la cabeza y la española (Manuel Machado, Francisco de Villaespesa...) y la narrativa y el teatro modernistas (Las Sonatas y las primeras piezas dramáticas de Valle-Inclán)
Entre sus características cabe citar las siguientes:
- El escapismo.
- La creencia en una armonía universal.
- La experiencia del tedio o la melancolía.
- La sacralización del arte.
- La búsqueda de la belleza como refugio frente al mundo.
- El erotismo.
- El deseo de renovación del lenguaje poético. Esto se observa en el uso del lenguaje exquisito e inusual, de abundantes referencias sensoriales, y en la búsqueda de la musicalidad e innovaciones métricas, con predominio del verso alejandrino.
Fuente: http://poeliteraria.blogspot.com/2017/02/apuntes-de-clases-la-crisis-de-fin-de.html
En su origen, el término “modernistas” era usado con un matiz despectivo en boca de los enemigos de los intentos renovadores, aunque los “modernistas” lo asumieron muy pronto como signo de identidad.
ResponderEliminarEn cualquier caso, la palabra “modernistas” perteneció a una escala de valores éticos y artísticos muy caracterizadores: la establecida por la actitud del creador intransigente con el pragmatismo burgués y por su desprecio havia la mercantilización de la obra bella.
Sociológicamente, pues, el Modernismo es una respuesta del artista ante su forzosa sumisión a los modos del mercado artístico sustentado por la burguesía. En este sentido, la bohemia como forma de vida entrañó por parte de los creadores una actitud de rebeldía moral y protesta contra el capitalismo y la clase burguesa (contra la burguesía sólo cabe la enajenación voluntaria a través de las drogas, el ajenjo, el arte...).
En definitiva, la desafiante actitud antiburguesa se fundamenta en su odio a la burocratización del arte y de la vida (los bohemios defienden el “arte por el arte”).