Texto I
La primera, por supuesto compartida por todos sin excepción, es su asentamiento en distintas ciudades italianas, y cuyas consecuencias no son difíciles de imaginar: miembros de la compañía que vivían dispersos por todo el continente americano y en distintas provincias religiosas de la península se van ahora a encontrar en un espacio geográfico relativamente pequeño, lo que propiciará su comunicación intelectual y una mayor densidad cultural del medio en que viven.
Texto 2
No es justo que comience la muerte tan temprano, ahora que aún no ha habido tiempo para que la vida se diera por nacida. He dejado todo como estaba. Nadie podrá decir que he intervenido. La madre muerta, el niño agitadamente vivo y yo inmóvil por el miedo. Es gris el color de la huida y triste el rumor de la derrota
Texto 3
Gala, no alegues a Platón o alega
algo más corporal lo que alegares,
que esos cómplices tuyos son vulgares
y escuchan mal la sutileza griega.
Desnudo al sol y al látigo navega
más de un amante tuyo en ambos mares
que te sabe los íntimos lunares
y quizá es tan honrado que lo niega.
Y tú, en la metafísica elevada,
dices que unir las almas es tu intento,
ruda y sencilla en inferiores cosas;
cuando rebuzna en forma de jumento
que en la que se quedó comiendo rosas.
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