Durante los años cuarenta, las dos corrientes principales son la novela existencial y la novela tremendista.
- La novela existencial. Son relatos que reflejan la asfixiante realidad de la posguerra, protagonizados por seres angustiados a los que les obsesiona la idea de la muerte. La novela más importante es Nada, de Carmen Laforet.
- La novela tremendista. En ella se acentúa la atrocidad y la violencia, con elementos picarescos, naturalistas y esperpénticos. La obra más representativa es La familia de Pascual Duarte, de C.J. Cela, narración en primera persona de un condenado a muerte, cuya vida miserable parece justificar sus crímenes.
Los autores de la novela de los años 50 se sitúan en la tradición del realismo. Incorporan temas sociales, superando el individualismo existencialista de los cuarenta. La novela pionera de esta tendencia es La colmena, de C.J. Cela, retrato de la vida cotidiana en Madrid durante dos días de diciembre de 1942. En este relato destacan el protagonismo colectivo, el fragmentarismo y el contrapunto (está dividido en 215 fragmentos a lo largo de los cuales un narrador en tercera persona desarrolla varias líneas argumentales simultáneas).
Los autores pueden agruparse en dos subconjuntos:
- Temas. Partiendo del compromiso, abordan las penosas condiciones de vida de la gente corriente en la España de la época, con voluntad de denuncia.
- Técnicas narrativas. La técnica principal es el objetivismo (transcripción imparcial de los sucesos a la manera de una cámara cinematográfica).
Los autores pueden agruparse en dos subconjuntos:
- -Los pertenecientes al realismo social, con un compromiso político explícito (Antonio Ferres, Alfonso Grasso, Jesús López Pacheco).
- Y los neorrealistas, con un mayor interés por las cualidades estéticas de sus obras (Ana María Matute, Ignacio Aldecoa, Carmen Martín Gaite y Rafael Sánchez Ferlosio).
- La obra fundamental es El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio, máxima expresión del subjetivismo. Cuenta la historia de un grupo de jóvenes que pasan el día junto al río Jarama; la banalidad de sus vidas contrasta con el accidente mortal con el que se cierra el relato.
A principio de los años sesenta, momento en el que aparece la novela experimental, se produce un movimiento de renovación asentado sobre tres principios:
En la narrativa del exilio, los ejes temáticos de esos autores (Rosa Chacel, Ramón J. Sender, Max Aub) son las causas, el desarrollo y las secuelas de la Guerra Civil, y la reflexión autobiográfica.
- El arte no debe estar supeditado a la política.
- La pretensión de objetividad debe superarse para reflejar la conciencia del sujeto.
- Es preciso conferir un rasgo artístico a la prosa narrativa.
- Subjetivismo. La indagación en la realidad española se realiza a través de personajes fuertemente individualizados, sumidos en una crisis de identidad; esto se traduce en el uso del monólogo interior o el tú autorreflexivo.
- La sustitución del capítulo como unidad estructural por secuencias o párrafos.
- La creación de espacios simbólicos o míticos.
- La inclusión de materiales diversos (informes, rótulos, anuncios...) y técnicas como el desorden cronológico o las licencias ortográficas y tipográficas.
- La voluntad de renovación estilística.
En la narrativa del exilio, los ejes temáticos de esos autores (Rosa Chacel, Ramón J. Sender, Max Aub) son las causas, el desarrollo y las secuelas de la Guerra Civil, y la reflexión autobiográfica.
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