Demasiados puestos vacantes. Demasiados. Mil motivos pueden darse para que esto ocurriera. Yo, como funcionario en prácticas, siento vergüenza de este artículo y la siento porque nadie quiere nunca defender a aquellos que no lo han conseguido. Parece que como ahora estoy en el Olimpo de los semidioses y ya no quiero saber nada más del mundo del opositor.
Sin embargo, yo no soy así. Sé que aprobé las oposiciones porque tuve suerte. Mucha suerte. Quien haya opositado lo sabe. Ahora vendrá el listo de turno que dirá que las oposiciones son trabajo, constancia y sacrificio. Sí lumbreras pero sin ese 1% de suerte yo no sería un práctico. Si en lugar del tema 37, hubiese caído el 38, hoy sería uno de esos a los que “la mala ortografía” hubiese sido el responsable de mi situación. Y me da rabia por todos mis compañeros de departamento que estudiaron y sacrificaron mucho por intentarlo para que encima ahora venga alguien que probablemente no haya opositado jamás y publique esto. ¿En serio?
Aunque claro, ¿a quién echarle la culpa de tal descalabro? ¿A los tribunales que hicieron los exámenes? ¿A unos criterios de calificación inexistentes hasta después del examen? Todos, absolutamente todos, sabemos que las oposiciones son un negocio rancio y sucio pero claro, cuando obtenemos nuestra plaza ya se nos olvida todo. La gran pregunta sería si de verdad dicho artículo tiene razón y cómo lo sabe. ¿Han preguntado a los tribunales? ¿Lo han reconocido los opositores? ¿Todas las especialidades tuvieron el mismo problema?
Ahora, también me pregunto de quién es la culpa de que los titulados, muchos con sus licenciaturas tengan faltas de ortografía. ¿Culpamos a los profesores de universidad que solo quieren investigar y dar clase es un castigo y pérdida de tiempo para ellos? Mejor no, pues son la élite de la educación, entonces… ¿nos culpamos a nosotros mismos, los profesores de educación secundaria y bachillerato? Pero claro, sería tirarnos piedras a nosotros mismos. Mejor no. Entonces, ¿culpamos a los maestros de educación primaria? Mejor culpar a los maestros de educación infantil, pues ellos “apenas trabajan”. ¿O a los padres? ¿O a lo caros que son los libros? Difícil cuestión.
¿De verdad alguien se lo cree? Pues parece que sí, cuando aún no hay ninguna voz o sindicato que intente defender a dichos aspirantes. Pero es que lo mejor de todo es que ya puedes leer por internet entradas que afirman que es cierto. Hoy en día hay gente tan preocupada por los opositores, previo pago claro, que hasta viajan de comunidad en comunidad para saber los motivos del porqué de tan pocas plazas. ¿Alguien se lo cree?
Compañero opositor, no te rindas porque esta no es tu guerra. Una plaza no te hace mejor o peor profesor. Sé feliz, disfruta de tu tiempo e inténtalo de nuevo, pero si no ocurrió en 2018 fue porque no estaba para ti. Pronto tendrás tu oportunidad, pero por favor, que tu felicidad no dependa de una plaza porque vivirás amargado cuando la tengas. El futuro que te espera es mejor. Vive, disfruta cada momento y recuerda que, aunque el 99% es estudio, siempre hay un 1% que no podrás controlar y no será por culpa de la ortografía.
Pd: Soy profesor de Lengua Castellana y Literatura desde el año 2004. He aprobado y suspendido las oposiciones en varias ocasiones. Finalmente este año las aprobé más que por estudio, por suerte, mucha suerte. Y estoy escribiendo desde el corazón, sin mirar las faltas de ortografía y ni si quiera las voy a revisar. Me da igual honestamente. Ahora que escriban y digan que es un problema generalizado en los profesores.
Por último, solo quiero dar las gracias por dejarme utilizar este blog para difundir mi indignación. Muchas gracias “rey”.
H.L.J.
Estoy de acuerdo con el comentario. Yo soy una de las que no aprobé y no precisamente por tener faltas de ortografía, también soy de lengua. Pedí al tribunal que me explicara en qué había errado y solo recibí el comentario sobre el tema, del práctico no me dijeron nada. Gracias por los ánimos.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con el comentario. Yo soy una de las que no aprobé y no precisamente por tener faltas de ortografía, también soy de lengua. Pedí al tribunal que me explicara en qué había errado y solo recibí el comentario sobre el tema, del práctico no me dijeron nada. Gracias por los ánimos.
ResponderEliminarGracias!!! tu comentario, me relaja.
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