dando en aljófar el sudor al baño,
cuando en rabiosa luz se abrasa el año
y la vida en incendios se evapora.
De sí, Narciso y ninfa, se enamora;
mas viendo, conducido de su engaño,
que se acerca Acteón, temiendo el daño,
fueron las ninfas velo a su señora.
Con la arena intentaron el cegalle,
mas luego que de Amor miró el trofeo,
cegó más noblemente con su talle.
Su frente endureció con arco feo,
sus perros intentaron el matalle,
y adelantóse a todos su deseo
que se acerca Acteón, temiendo el daño,
fueron las ninfas velo a su señora.
Con la arena intentaron el cegalle,
mas luego que de Amor miró el trofeo,
cegó más noblemente con su talle.
Su frente endureció con arco feo,
sus perros intentaron el matalle,
y adelantóse a todos su deseo
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