viernes, 13 de diciembre de 2019

LA DIANA de JORGE DE MONTEMAYOR

Esta obra de Montemayor mejora el modelo de Sannazaro, pues aporta estructura novelesca unitaria al mosaico de églogas pastoriles del italiano. Entre otros relatos, narra el desgraciado amor de Sireno hacia Diana y la intervención mágica de Felicia, que cura los males de amor de distintos personajes. Sin embargo, la obra tiene un final abierto, ya que Diana, quien ha fracasado en su matrimonio, es la única que no alcanza consuelo.En las últimas líneas, Montemayor asegura que habrá una segunda parte, promesa que nunca cumplió, porque fue Gaspar Gil Polo quien la continuó en su Diana enamorada.
Como bien ha señalado López Estrada, Montemayor adaptó parte de la estructura de episodios en sarta procedente de la narrativa bizantina, en concreto, «el cruce de historias en un punto, que luego divergen en varios sentidos, corren paralelas y vuelven a encontrarse para buscar la solución».
Así, mediante la interpolación de casos amorosos diferentes, intentaba evitar el estatismo y la monotonía de lo puramente bucólico. De esta forma, la novela bizantina contribuyó a la arquitectura narrativa de la pastoril.

No hay comentarios:

Publicar un comentario